jueves, 7 de julio de 2011

Fernando Lugo ante la madre de todas las derrotas

www.diariosigloxxi.com/firmas/luisaguerowagner

El calvario de contramarchas del gobierno luguista ha llevado a un líder opositor a calificar a Fernando Lugo como un títere sin carácter ni personalidad, alguien que no tiene claro qué hacer.

Dijo José Saramango que la derrota tiene algo positivo, que nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva.
La frase podría ser útil en la consideración de muchos seguidores y publicistas del actual gobierno del Paraguay, que no pueden despojarse de la soberbia y altanería que les insufló su victoria del 20 de abril, a pesar del rosario de derrotas que vienen sufriendo desde entonces.
Incapaces de consolidarse como una fuerza política, los luguistas han demostrado desde un principio ser incapaces de poner en marcha lo que hubiera sido un programa en función de gobierno. Buscando distraer y ganar tiempo, fraguaron una iniciativa “popular” de vitaliciado de su líder, una verdadera bofetada a la ciudadanía, y con todos los recursos del estado a su disposición fueron incapaces de movilizar a tres mil personas como apoyo.
El calvario de contramarchas del gobierno luguista ha llevado a un líder opositor a calificar a Fernando Lugo como un títere sin carácter ni personalidad, alguien que no tiene claro qué hacer.

Un calvario de derrotas y fracasos

Dijo Napoleón Hill que la derrota temporal deberá significar una sola cosa, el conocimiento de que hay algo malo con su plan. El luguismo no ha podido recapacitar en ese sentido, a pesar de que desde el 20 de abril nada le ha salido bien excepto abultar los bolsillos.
La última derrota del luguismo en el Congreso, donde asumió una mesa opositora al gobierno, fue apenas el colofón de un largo calvario de derrotas y fracasos.
Los últimos y más significativos, se dieron en materia electoral. A pesar de que el cura Fernando Lugo se jacta permanentemente de haber realizado una gran gestión económica, el pueblo rechazó rotundamente tal propaganda en las últimas elecciones municipales. Los candidatos de cuyas campañas Lugo fue jefe, fueron derrotados en las cinco ciudades más grandes del país, por diferencia abrumadora, dejando descolocado a su proyecto hegemónico que hoy apenas si es la burla de la oposición.
Antes de las municipales, se montó un operativo de prensa que buscaba blanquear aunque sea parcialmente al cura de sus escándalos por pederastia, adulterando unas pruebas de ADN que le permitirían eludir responsabilidades con sus hijos y con Hortensia Morán. Poco después, en otro revés luguista, la justicia puso en duda los resultados de las pruebas en las que no hubo cadena de custodia de las muestras y tampoco pudieron exhibirse los documentos de los análisis supuestamente realizados en el extranjero.
También fracasó la ingerencia de Lugo dentro del principal partido opositor, la ANR. En las internas del 2010 fueron derrotados sus candidatos en las primarias para las municipales, en enero sus agentes no pudieron impedir que se reformaran los estatutos del partido colorado para abrir el camino al empresario Horacio Cartes, el adversario que lo desvela. En marzo, sus representantes dentro del coloradismo sufrieron una verdadera paliza propinada por la actual presidenta de la nucleación, la senadora Lilian Samaniego.
Más recientemente, intentó ganarse el aplauso de la izquierda (?) reemplazando a dos ministros liberales por dos uniformados formados en la escuela del dictador Alfredo Stroessner, y sólo obtuvo una ola de renuncias inédita en la historia política del país. El insólito hecho dejó en claro el desprecio que la mayoría de la clase dirigente del país profesa por Lugo y los suyos.

Congreso opositor

La más reciente de las derrotas de Lugo fue la elección de la nueva mesa directiva del Senado, quedó conformada por el presidente, Jorge Oviedo Matto, de Unace; el vicepresidente primero, Julio César Franco, del PLRA; y la vicepresidenta segunda, Ana Mendoza de Acha, de Patria Querida. Todos estos legisladores son duros críticos al gobierno del cura.
Los senadores leales al gobierno( apenas dos, Carlos Filizzola y Sixto Pereira), fueron marginados de todos los cargos y ni siquiera ocuparán responsabilidades en las comisiones del legislativo.
Los tres partidos que copan los cargos en el Congreso tienen en común el rechazo a la enmienda que posibilitaría la reelección del cura presidente, Fernando Lugo, quien ahora queda sin perspectivas de proyectarse por otro periodo. Paralelamente, una ola de invasiones de tierra amenaza la paz pública en el interior del país, debida sobre todo a la falta de política agraria del gobierno luguista.
La Federación Nacional Campesina (FNC), a través de su secretario general, Odilón Espínola, sostiene que hasta ahora hubo muy poco avance en el tema de la reforma agraria, especialmente en el tema de arraigo. El desarrollo rural fue una de las promesas de Lugo.
Otra promesa incumplida se hace cada vez más patente en el tema de los pueblos originarios, cada vez más abandonados y aislados, según denunció un conocedor de esa realidad, el ex predicador Arnoldo Wiens, hoy candidato a la presidencia de la república.

Ni por todo el oro del mundo


Por si fuera poca cosa todo lo expuesto, los más influyentes personeros del Poder Legislativo afirman que no seguirán la corriente al cura Fernando Lugo ni por todo el oro del mundo. En este sentido ya se pronunciaron los principales líderes de los partidos representados en el Parlamento, Patria Querida, Unace, ANR y PLRA.
El influyente senador opositor Juan Carlos Galaverna se pronunció en ese sentido afirmando que su sector rechaza el proyecto de copamiento del poder de la República y el cercenamiento de las libertades y de los derechos de ciudadanos que, según dijo, impulsa el presidente Fernando Lugo.
El legislador hizo un encendido discurso en el cual afirmo con vehemencia que el Partido Colorado es un partido opositor. “Con Lugo, ni a recoger pepitas de oro” afirmó tajante al tiempo de recordar que por 41 votos, todos cartistas su partido aprobó el rechazo al proyecto de reelección inconstitucional que impulsan los luguistas, en otra más de las derrotas de Lugo.
Dijo Ernest Hemingway que el hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido,pero no derrotado. Tal vez ello explique el porqué de la insistencia luguista ante la evidencia de que todos sus intentos han terminado en fracaso, y que no queda otro camino más que seguir trastrabillando por el sendero infortunado hacia la madre de todas las derrotas.
Tal vez porque el necesario epílogo de la aniquilación y destrucción política, es lo único que logrará convencerlos de su cada vez más notorio y frustrante fracaso. LAW

No hay comentarios:

Publicar un comentario