miércoles, 8 de junio de 2011

Fernando Lugo. Cambalache y canilla libre al nepotismo

Uno de los vicios de los colorados que más soliviantaron los ánimos de la ciudadanía paraguaya fue el nepotismo ejercido por 60 años en la administración pública.
Cuando se iniciaba el gobierno del cura Fernando Lugo, una de las primeras obras de su secretario y tutor, Miguel Angel López Perito, fue ubicar en cargos a toda su parentela política. Cuando el hecho trascendió y los medios se hicieron eco, López Perito se defendió afirmando que las amantes no eran parientes, y por lo tanto tampoco sus hermanos.
Lo peor del caso es que López Perito es un hombre enamoradizo, que apenas accedió al poder abandonó a su familia para establecerse con una amante ocasional. Cada amante que fue engrosando la lista de López Perito le costó una fuerte erogación al estado paraguayo, dado que sólo la primera de ellas tenía diez hermanos que fueron ubicados en cargos públicos.
Entre las sorpresas que dejaron atónito al público, se cuentan que una modelo apareció recientemente mostrando sus frondosos atributos en una página web de la presidencia, y el hermano de otra conocida porno star fue contratado con un millonario sueldo en la misma dependencia.

Carta blanca al nepotismo

Uno de los vicios de los colorados que más soliviantaron los ánimos de la ciudadanía paraguaya fue el nepotismo ejercido por 60 años en la administración pública. El gobierno del cura Fernando Lugo, lejos de intentar subsanar dicho problema, se sumergió de lleno en la repartija de cargos y prebendas a clientelas y parientes, como si el estado paraguayo fuera un botín.
Aprovechando el recreo que le permite un parlamento atomizado en rencillas zoqueteriles, la ministra irregular Lilian Soto decidió dar carta blanca al nepotismo en el gobierno arzobispal del cura Fernando Lugo, caudillo del Paraguay por la gracia de Dios.
Intentando burlarse una vez más de la ciudadanía paraguaya, la ministra de la función pública nombrada de manera ilegal por Fernando Lugo en el cargo, ahora pretende convencer a la opinión pública que "no existe nepotismo" en el gobierno luguista.

Lilian Soto, ministra de la Función Pública, aseguró que Fernando Lugo no incurrió en nepotismo. Según Soto, la Ley 2777/05, que prohíbe el nepotismo, no hace referencia a los parientes de tercer grado de consanguinidad; sin embargo, la ley afirma lo contrario.

A propósito, vale tener en cuenta: que la consanguinidad de primer grado se refiere a padres e hijos, en segundo grado a abuelos, hermanos y nietos y en tercer grado tíos y sobrinos. La afinidad en primer grado habla de padres e hijos, en segundo grado abuelos, hermanos del cónyuge y en tercer grado tíos y sobrinos del cónyuge.

Lo que la ley prohíbe

La Ley N° 2777/05, “Que prohíbe el nepotismo en la Función Pública”, asegura que “no podrán nombrar en cargo público de designación directa, no electiva, a parientes comprendidos dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad”

Según la planilla entregada por la SFP, Angel Maidana Lugo y Guillermo Lugo tienen parentesco con el Jefe de Estado dentro del tercer grado de consanguinidad, lo que confirma plenamente la violación de la citada ley.

Galería de Falsos Impolutos

Obviamente, Fernando Lugo no está solo en el fango, y lo acompañan varios de los pundonorosos y austeros humanistas que otrora se decían susceptibles de la imagen deplorable del Paraguay.

Por ejemplo, la ministra de la función pública Lilian Soto era una implacable fiscal de los corruptos y abusadores del poder, a quienes condenaba y denunciaba a los cuatro vientos y con toda la fuerza de su desagradable voz. Hoy apenas si se ha convertido en una abogada del nepotismo y la incapacidad en la función pública de los parientes de su jefe, el cura con hijos Fernando Lugo, quien la nombró en un puesto violando las leyes.

Otro ejemplo digno de mención es el de Carlos Filizzola, otrora defensor de causas nobles, quien hoy ejerce de alcahuete de un cura pederasta, abusador de niñas pobres, que condenó a sus propios hijos a vivir como niños de la calle. Ya durante el gobierno de Nicanor Duarte Frutos, según reveló el mismo ex presidente, se pasó solicitando puestos para su novia y hasta presentó un “proyecto inodoro” que permitía a los legisladores votar desde el baño, en su afán de devolver favores a su protector.

Otro impoluto de más reciente consagración, el “ministro con permiso” Camilo Soares, se encuentra revolcándose en el fango de los procesos judiciales por corrupción en la secretaría a su cargo, instrumentando al politizado y corrupto poder judicial que tantas veces criticó para salvar el pellejo. Para intentar evadir sus responsabilidades en chanchullos de toda laya, apeló al mismo fiscal que ya blanqueó al hijastro coimero de López Perito.

En la misma incómoda posición se encuentran personajes como Héctor Lacognata, campeón de los dobles sueldos, Liz Torres, experta en malversar dinero con su programa “abrazo”, Esperanza Martínez, la record woman de casos de dengue en el Paraguay, Miguel Angel López Perito, el enamoradizo dueño de la agencia de empleos, Rafael Filizzola, implementador del plan Colombia y el uribismo en Paraguay o Gloria Rubin, feminista al servicio de la pederastia clerical.
No se puede olvidar en esta comparsa a la tribu de Humberto Rubin, cuyo hijo Leo se alzó con la friolera suma de 430 mil dólares para divertirse organizando un encuentro de caciques truchos, elementos de las ONG que reciben fuertes sumas de Europa para mantener a estos pueblos alejados de la modernidad, en verdaderos zoológicos humanos. O al dueño de la verdad Aldo Zucolillo, sobornado con 2000 mil millones por el chavismo bolivariano que tanto condena, según denunció hace poco el mismo Sindicato de Periodistas del Paraguay.
Ya advertía Santos Discépolo en su recordado tango Cambalache: el que no llora no mama y el que no afana es un gil. La secretaria de la Función Pública Lilian Soto debería escribirlo en letras doradas a la entrada de su despacho. LAW

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