martes, 31 de agosto de 2010
CORTESANOS DEL MORIBUNDO FERNANDO LUGO
Se dice que quien ha modificado radicalmente su entorno, luego necesita modificarse a sí mismo para poder sobrevivir en él, y tal sería el dilema del obispo Fernando Lugo si no fuera porque es su mismo entorno el cual piensa sacrificarlo primero para poder subsistir.
En lugar de una herramienta para salir airoso de sus compromisos, se ha vuelto evidente que Lugo cuenta con un séquito que piensa enmendarse enterrando un error.
EL CÁNCER, UNA SIMPLE GRIPE
En uno de sus conocidos arranques disparateros, el jefe de Gabinete Civil de la presidencia, Miguel López Perito, pidió que no se "exagere" con respecto al estado de salud del titular del Ejecutivo, Fernando Lugo, como si no fuera el cáncer bien conocido como de temible gravedad.
Al mismo tiempo, calificó de "miserables" a quienes se preocupan de la sucesión del cura, cuyo tratamiento le impedirá seguir honrando como se debe la investidura presidencial.
La pregunta que se impone es: ¿Quién es más miserable, quien se preocupa por el futuro de la conducción del pais ante una situación así, o quien pretende forzar a un enfermo grave a seguir ejerciendo funciones para las que no está facultado?
El vice-presidente de la república Federico Franco deberá reemplazar al presidente Fernando Lugo, y es conocido que ha sido constante blanco de ataques e insultos por parte del entorno más próximo al presidente, precisamente el grupo liderado por Miguel López Perito, cuya inquietud al respecto se explica.
CLEROFASCISMO EN QUIMIOTERAPIA
Cambiaron las leyes de la política, y pusieron la izquierda a la derecha. Cambiaron la realidad, transformando lo positivo en negativo.
Algunos de los enceguecidos seguidores del cura han llegado a la ridiculez de programar una fiesta para "festejar" un cancer maligno en fase avanzada.
¿También lograrán cambiar las leyes de las ciencias médicas, convirtiendo a un grave y avanzado cáncer en una enfermedad leve y fácilmente curable?
De todas maneras será una mentira de patas excesivamente cortas, tanto como el supuesto "izquierdismo bolivariano" de sus seguidores, todos ellos vinculados a la CIA y la embajada norteamericana.
Mentir y engañar es, ciertamente, un oficio muy bien conocido por el think tank de exponentes de ONG que lanzó al estrellato al oscuro obispo católico Fernando Lugo, defenestrado por la iglesia a mediados de la década, aunque en el caso de la gravedad de la enfermedad que aqueja a su líder se agrega un componente profundamente irresponsable e inmoral.
Todo ello es los de menos, por supuesto, cuando se trata de los enceguecidos seguidores y cortesanos del cura Fernando Lugo, los cuales desafiarían las leyes de la gravedad por defender sus sofismas si fuera necesario.
Una lección de las patas cortas de su mentira la asimilaron esta misma semana, al mismo tiempo que su líder clerofascista era sometido a quimioterapia.
Organizadores del IV Foro Social de las Américas reconocieron ayer que pidieron a los partidos políticos de izquierda de nuestro país, especialmente al P-MAS, no asistir al evento en forma oportunista.
El Pmas es un partido conocido por sus vínculos con la embajada norteamericana de Asunción, que finge ser de izquierda.
Estos personajes no necesitan que se pruebe nada en su contra, ya que ellos mismos sin inhibiciones justifican su simbiosis con USAID, NED, y otros organismos relacionados con la penetración imperialista. Basta leer sus explicaciones en una entrevista realizada por Martha Harnecker y Federico Fuentes, editada en 2008, por el Centro Internacional Miranda, en Venezuela.:
“Tienen que entender que una ONG sin donantes en Paraguay no puede trabajar... Y si estos proyectos son fondos de Estados Unidos ¿cuál es el problema? Nosotros siempre presentamos proyectos que apuntan a los objetivos que estamos desarrollando, de dónde venga el dinero que los financian no nos interesa”.
MISERABLES CORTESANOS DEL REY LEPROSO
La historia de las cruzadas recoge la memoria de Balduino IV, soberano del reino franco de Jerusalén, en quien años la lepra había causado estragos, deteriorando su condición física: apenas con 20 años, el Rey presentaba graves secuelas físicas, su cara estaba desfigurada, se encontraba prácticamente ciego y con las manos y piernas mutiladas. Se lo recuerda por haber ocultado su enfermedad tras una máscara de plata.
Aunque había sufrido toda su vida los efectos de la lepra, pudo mantenerse en el trono mucho más de lo previsto. Debía sucederle como Regente de Balduino V, Raimundo de Trípoli, pero el entorno cortesano había maniobrado en otro sentido y estos planes resultaron fatales para los cruzados.
Cuando el célebre Sultán Saladino lanzó su yihad, los cristianos se encontrarían divididos a raíz de una crisis originada en la sucesión.
La división de fuerzas resultó fatal, y costó a los cristianos la derrota de Hattin y posterior expulsión de Jerusalén.
Alejandro Magno había predicho que sus funerales serían sangrientos, y así lo fueron, sobre todo por no prever de manera adecuada la sucesión del inmenso imperio que erigió con sus conquistas.
Es que como ya lo advertía Eurípides: a los muertos no les importa cómo son sus funerales, dado que las exequias suntuosas sólo sirven para satisfacer la vanidad de los vivos.
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