POR LuÍs AgÜero Wagner Texto más grande
A través de la prensa internacional supimos que esta semana el Ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro Moros, rindió homenaje el sacrificio del Presidente mártir Salvador Allende, quien fue asesinado el 11 de septiembre del 1973, afirmando que su sacrificio permitió que la dignidad de los pueblos de Latinoamérica se mantuviera en el tiempo y que hoy podamos estar viviendo esta época de revolución, en la que unos pueblos avanzan más rápido que otros, pero al final caminan juntos.
Mas adelante en su discurso destacó que recientemente estuvo en Venezuela el último mandatario “designado por los pueblos concientes del continente”, el clérigo presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo Méndez (sobrino del agente de la CIA Epifanio Méndez, según Agee), “quien como dijo el Mandatario venezolano, Hugo Chávez Frías, completa la fórmula mágica que se ha armado en la región”.
En primer término sería conveniente aclarar a Hugo Chávez y a su canciller que lo único mágico que existe relacionado con Fernando Lugo es el pensamiento de las masas analfabetas funcionales que lo votaron, supuestamente como “obispo de los pobres” y clérigo marxista partidario de la teología de la liberación aunque en realidad su candidatura haya surgido muy lejos del espontaneísmo de masas y de la izquierda ortodoxa. Los verdaderos impulsores de tal fenómeno político fueron jerarcas de la SIP que predominan en la mafia nativa de los medios de comunicación y que tanto Chávez como Maduro conocen muy bien.
Cualquiera que haya visto cómo se desarrolló la oposición de la sociedad civil al gobierno de Hugo Chávez en Venezuela puede estar seguro de que las agencias del gobierno de EE.UU., incluyendo a la CIA, junto con la Agencia de Desarrollo Internacional (AID) y la NED, coordinan la desestabilización en la república bolivariana de Venezuela y fueron la mano negra detrás del golpe fracasado en abril de 2002, así como en la "huelga cívica" lleva a cabo en fechas más recientes. Nos imaginamos que ni Hugo Chávez, ni la DISIP, ni el canciller Maduro ignoran que el Instituto Republicano Internacional (IRI, por sus siglas en inglés) del Partido Republicano incluso abrió una oficina en Caracas, y algo habrán escuchado hablar de las denuncias de la abogada Eva Golinger.
Teniendo en cuenta todo esto bien conocido por el gobierno bolivariano de Venezuela, resulta poco creíble que ignoren que la candidatura del clérigo-presidente Fernando Lugo fue fuertemente apoyada desde la embajada norteamericana de Asunción por James Cason, ahijado político de Otto Reich, y desestabilizador estrella de la Administración de W. Bush. En el mes de octubre próximo, el clérigo-presidente que integra la “fórmula mágica” estará rindiendo pleitesía al benefactor de sus socialdemócratas subsidiados por la AID, NED, IAF, etc. de los movimientos Tekojojá, Democrático Progresista, País Solidario y otros referentes de la “sociedad civil” vinculada al ducto de las dádivas del imperio, y para que sepan Hugo Chávez y su canciller, como guarnición en estos días se encuentra haciendo cursillos con los catequistas de las gemelas de Bretton Woods, convocados para impartir instrucciones a su ministro de finanzas y agente del FMI Dionisio Borda. Otro de los exponentes de su círculo íntimo es el neoliberal Martín Heisecke, en la cartera de Industria y Comercio, premiado por ser su principal financista y “exitoso” empresario farmacéutico, además de haber facilitado su avión privado para los vuelos de la campaña electoral.
Su ministro de Justicia y Trabajo es Blas Llano, un neoliberal partidario de la flexibilización laboral, verdadero castigo para la clase obrera que causó estragos en Latinoamérica. Su compadre Cándido Vera Bejarano fue nominado ministro de Agricultura, hecho considerado una verdadera afrenta al movimiento sindical y campesino, según un pronunciamiento del marxista Partido de los Trabajadores.
Una ingeniera agrónoma y detractora del nacionalismo paraguayo, Milda Rivarola, estará al frente de una cancillería que deberá hacer los reclamos nacionalistas prometidos por el obispo a la Argentina y Brasil en los temas de Itaipú y Yacyretá. La personaje en cuestión –es bueno que lo sepa Maduro que lidiará con ella- es una de las tantas figuras promocionadas por organismos de penetración imperialista en Paraguay como USAID, que responden directamente a la embajada norteamericana. (ver http://www.cird.org.py/periodico/200607/noticia27.php). No falta en el gabinete un procesado por estafa que se encuentra impedido de abandonar el país, Horacio Galeano Perrone.
Por considerar todo esto de interés para los encargados de elaborar los discursos de las altas autoridades venezolanas, cumplo en apuntarlo para que tomen nota. Sería verdaderamente decepcionante que la verdad sea sacrificada ante el altar del voluntarismo político y la propaganda de “un nuevo triunfo de la izquierda”, por quienes tienen tan alta responsabilidad hoy día en construir el destino de Latinoamérica, y en lugar de aceptar la realidad se decidan a repetir como un eco las mentiras propaladas desde la oficina de la CIA en Langley, Virginia.
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